Recetas básicas para dejar de comer congelado: vida y milagros del curry

¿Tu repertorio culinario empieza y acaba en el sushi gomoso que hay de oferta en just eat?

¿Una vez hiciste puré de patata y traumatizaste a todos tus amigos?

¿Freir un huevo te da más miedo que apagar la luz del pasillo sin encender la de tu cuarto?

Cocinar no es como un lego: no es solo juntar las piezas adecuadas en el orden adecuado. Se trata de hacer algo mayor con la suma de las partes y cómo estas interactúan entre ellas. Pero eso no quita que saberte cuatro o cinco recetas básicas que modificar a tu gusto no sea un puntazo, así que, en vez de ahogarnos en la teoría, vamos a mojar los pies en… ¿curry?

Por ejemplo. Venga, apunta:

Base de curry

Vamos a hacer una base de curry que puedes acabar con lo que quieras: carnes, verduras o pescados (ojo, tampoco vayas de pro que igual te sale una cochinada).

Necesitaremos:

-Anís estrellado: un par de estrellas valdrán. Cuidado, que morder una es peor que darte en el dedo meñique con la puerta.

-Canela en rama: con una ramita es suficiente.

-Cúrcuma: al gusto. Mancha mucho, así que cuidadito.

-Comino: da mucho sabor así que ve probándolo según lo echas.

-Jengibre fresco o en polvo: si es fresco pícalo finito o tritúralo con los dientes de ajo.

-Ajo: cuanto más, mejor para el curry y peor para tus allegados. Yo corto una cabeza a la mitad y la echo, al final la pescas y listo.

-Pasta de curry (o polvo, que es más accesible): encontraréis rojo, verde, amarillo… si vais a usar pasta recomiendo la verde y la roja para empezar, pero id probando. Los polvos son más seguros y aburridos, aunque son baratos y accesibles. El tamaño de una pelota de una cereza es suficiente para un curry de 4 raciones, aunque esto va al gusto.

-Cebolla: a mí me gusta en dados de 1,5 cm para que coja color sin perder textura, pero en la variedad está el gusto. Una cebolla mediana para dos personas está bien.

-Lima: un chorrito de zumo al final y un poco de ralladura marcan la diferencia.

-Laurel: una hojita para darle gustillo.

-Verduras de vuestra elección: unos 50 gramos por persona, 150 si no lleva carne o pescado.

-Caldo de pollo o verduras: lo justo para cubrir el resto de ingredientes.

-Salsa de soja: un par de cucharadas. Echa una y vas probando.

¿Pero cuánto de cada? ¿Qué hago con todo eso?

Corta en dados comestibles toda la verdura. No seas salvaje, pero queremos crunchi.

En una olla muy caliente, con aceite de oliva, girasol, aceite de coco -a mí me gusta una mezcla de coco, oliva y mantequilla, la cual añado al final-, de cacahuete o de motor, echa la verdura y deja que coja bien de color. El color es sabor, así que estate quieto dos minutos, por favor.

Cuando la verdura coja el color deseado (el negro no es un color deseado para un pimiento), baja el fuego al mínimo y añade tus líquidos y especias en una proporción que tenga sentido: un par de cucharaditas de cada cosa serán suficientes, y no te vengas arriba con el anís o la canela, que con uno de cada vale.

Añade una cáscara de lima y ajusta de sal. Las pimientas raras le vienen de lujo, aunque cuidado con la de Jamaica que es fuertecilla.

Deja reducir hasta que espese un poquito y lo tienes. Curry de verdad, sin nata ni historias.

¿Y cuándo le pongo la carne?

Pues ahora ya nada. Me llegas a avisar antes y doramos unos dados de magro de cerdo (como 150 gramos por persona) lo primero de todo, en la misma olla, y hubiera quedado un curry de cerdo muy rico.

En Kitchen 154 lo hacen rojo, bien picante, con batata, carrillera y cilantro. Mucho ojito.

O te vienes arriba con los tipos de verdura y lo haces vegetariano (o vegano). Coliflor y brócoli salteados, tirabeques, judías verdes, cualquier fruto seco, manzana, berenjena, calabaza, calabacín, pimientos, patata, batata, hinojo fresco… cualquier fruta, verdura u hortaliza que te guste, te va a gustar más. Hay quien le pone lentejas, incluso.

Puedes, también, jugar a ser Dios y cueces unos gambones en el propio curry un par de minutos, exprimiendo el jugo de sus cabezas.

Al final, un chorrito de leche de coco, nata, zumo de lima y/o cilantro recién picado, son el complemento ideal. Y cuece un poco de arroz, no me seas salvaje.

El caso es que en 20 minutos tienes un platazo bien fácil, sano y muy rico. Tú verás qué haces.


Si no quieres comprar más cosas que tu suegra en el primark, la mezcla de 5 especias china tiene casi todo lo que necesitas para hacer ésta base.

Para saber dónde comprar ingredientes internacionales, raros o muy especializados, estad atentos la semana que viene.

Si alguno lo hace en casa o tiene alguna duda, no dudéis en mandarnos fotos, comentarios o amenazas de muerte.

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